Esta encantadora casa rural de cuatro plantas en Inca, construida en 1900, combina el encanto rústico de la arquitectura tradicional mallorquina con todas las comodidades modernas, en un espacio amplio y versátil de 185 m² construidos. Ubicada en una zona tranquila pero bien conectada, esta propiedad ofrece la oportunidad de disfrutar de la tranquilidad del entorno rural sin renunciar a las comodidades de la vida urbana.
La vivienda cuenta con cinco amplias habitaciones, cada una con su propio baño en suite, lo que proporciona privacidad y comodidad para una gran familia o para aquellos que desean recibir invitados de forma regular. La distribución en cuatro plantas permite un uso eficiente del espacio y ofrece múltiples posibilidades para adaptar la casa a diferentes necesidades.
El salón principal es acogedor y mantiene el estilo rústico original de la casa, con detalles como vigas de madera vistas y suelos de baldosas tradicionales. La cocina, completamente equipada, combina elementos clásicos con electrodomésticos modernos, creando un espacio funcional y con carácter. Desde el salón, se accede a una terraza ideal para disfrutar de momentos al aire libre y contemplar la belleza del entorno.
Además, la casa cuenta con un balcón que ofrece vistas despejadas hacia el norte y el oeste, asegurando una buena iluminación natural durante gran parte del día. El aire acondicionado, con sistema de bomba de frío/calor, y la calefacción individual aseguran un ambiente confortable en todas las estaciones del año.
Los armarios empotrados en las habitaciones permiten optimizar el espacio de almacenamiento y mantener la casa organizada. La orientación norte-oeste proporciona una ventilación natural constante, ideal para los calurosos veranos mediterráneos.
En resumen, esta casa rural en Inca es una joya arquitectónica con mucho potencial, perfecta para quienes buscan un hogar con encanto histórico pero con todas las comodidades modernas, en una ubicación que combina la tranquilidad rural con la cercanía a todos los servicios.